Nacer y vivir en Oaxaca representa para las mujeres un alto riesgo de enfrentar algún tipo de violencia, desde la obstétrica por una negativa a la atención durante el parto o la feminicida que puede arrebatarle la vida.
Tan sólo en lo que va del año más de
30 mujeres han sido asesinadas. Si bien el tipo penal ocasiona que menos de 20 de esos casos sean catalogados por las instancias de procuración e impartición de justicia como feminicidios, destaca la manera violenta en que se dan la mayoría, siendo el arma de fuego el instrumento más utilizado en este tipo de agresiones.
Otro tipo de violencia menos visible, pero igual de preocupante por las secuelas internas que deja en las mujeres que la enfrentan, es la violencia psicológica, esa que de acuerdo con la Encuesta Nacional de las Dinámicas de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2011) la han padecido 89.2% de las oaxaqueñas, en tanto que el 56.4% ha vivido violencia económica; 25.8% violencia física y 11.7% violencia sexual.
El rezago escolar que las mujeres enfrentan, sobre todo en localidades menores de 2 mil 500 habitantes, es también un tipo de violencia estructural que complica el acceso a una vida de bienestar o al simple conocimiento y ejercicio de sus derechos. De acuerdo con el Censo poblacional que INEGI aplicó en 2010, en Oaxaca 7 de cada 10 mujeres de 15 años y más que viven en ese tipo de localidades se encuentran en rezago educativo al no haber concluido el nivel de secundaria.
Igual o mayormente preocupante es que en los pueblos originarios una mujer embarazada pueda morir por una deficiente o nula atención durante el embarazo, el parto o el postparto. Preocupa también que la falta de acceso a servicios básicos de salud sea una constante, como la veintena de casos de mujeres cuyas hijas e hijos han nacido en la vía pública, en las afueras de un servicio de salud o en un camino de terracería porque se les negó su derecho a ser atendidas en la clínica a la que acudieron, argumentando diversos motivos que en la mayoría de los casos las culpabilizan.
Al igual que a muchas mujeres e integrantes de organizaciones civiles feministas, al GESMujer le preocupa las complicaciones que en Oaxaca, como en la mayor parte del país, se enfrentan para hacer efectivo el derecho que toda mujer tiene a una vivir una libre de violencia, por lo que la mañana del domingo 24 de Abril nos sumamos a la “Movilización nacional contra las violencias machistas” que de manera simultánea se realizó en más de 40 ciudades del país.
La Fuente de las 8 Regiones, localizada al norte de la ciudad de Oaxaca, fue el punto de encuentro de todas las mujeres que, a título personal, en colectivos o como parte de una organización social, se sumaron a esta movilización contra las violencias machistas cuyo lema fue “#VivasNosQueremos”, una manera de hacer visible la necesidad de que en Oaxaca existan condiciones para que todas las mujeres ejerzan todos sus derechos.
