Christian Jimenez
En lo que va del año, un total de 50 mujeres han sido asesinadas, mientras que durante la contingencia se han documentado 20 muertes violentas, 30% de éstas ocurrieron en el hogar, apunta el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer).
Rosario Martínez Miguel, especialista en atención a mujeres en situación de violencia del GESMujer, informa que en Oaxaca cuatro de cada 10 mujeres han enfrentado agresiones del esposo o de su última pareja, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Los asesinatos en casa afectan más a mujeres que a hombres (…) ellas son más asesinadas, con más violencia y saña con el uso de la fuerza y la violencia corporal, por lo que el hogar es un sitio de riesgo”, comenta.
Y agrega que, dado que la violencia doméstica es aquella que se ejerce en el hogar, de forma verbal, psicológica o física, el panorama mundial indica que el hogar es un sitio proclive para que una mujer, incluso, sea asesinada.
Cifras de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) precisan que durante los dos primeros meses de confinamiento se registraron 198 llamadas de auxilio por violencia de género, principalmente en los Valles Centrales y en el Istmo, donde se registraron 130 reportes, y 120 en la Costa.
Ante este panorama, la especialista comenta que “para las mujeres que viven violencia, el encierro es como una condena, pues están condenadas a vivir con sus agresores”.
Destaca que así como ha aumentado la violencia doméstica durante la cuarentena, también han crecido los embarazos no deseados, pues se reduce el acceso a los métodos anticonceptivos.
Asimismo, ha aumentado la carga de trabajo para muchas mujeres, pues además de dedicarse a las labores del hogar, asumen la crianza de hijos y el trabajo desde casa.
Por ello, Martínez Miguel exhortó a quienes han experimentado situaciones violentas durante la curentena, a pedir ayuda a las asociaciones o a organismos dedicados a la defensa de los derechos de las mujeres, así como elaborar un plan de emergencia ante una situación de riesgo.
“Es difícil para las mujeres reconocer que están viviendo una situación de violencia, pues ésta se ha normalizado. No obstante, si no somos nosotras y alguna vecina o conocida es la víctima, lo mejor es llamar a la policía”, recomienda la especialista. Sin embargo, reconoce que pese a la presencia policial, muchas no se atreven a denunciar.
Por su parte, Consorcio Oaxaca indica que en la entidad “dos de cada tres mujeres que se atreven a denunciar son indígenas, y aún cuando deciden enfrentar la barrera del lenguaje institucional, se les discrimina violentando su derecho a contar con traductores competentes con perspectiva de género, que den la certidumbre necesaria en su declaración, sobre todo en casos de violaciones sexuales a niñas. Esto provoca que se desista en la investigación”.
Recientemente, en el Congreso local se presentó un punto de acuerdo que urge a actualizar las políticas públicas contra la violencia de género, el cual propone implementar refugios y espacios seguros, así como soporte sicoemocional a las víctimas.
Debido a que ninguna mujer está exenta de ser víctima de violencia durante la contingencia, GESMujer habilitó la línea telefónica 9512722665 para brindar atención las 24 horas del día.