OAXACA, Oax. (apro).- “Oaxaca no sólo huele a muerte en noviembre, ahora eso ocurre todos los días del año. Mi mamá fue asesinada en 2014 y hasta el día de hoy esperamos justicia y sentencia al único detenido. Son criminales los que mataron a mi mamá, y hasta hoy, cinco años después, esconden la cara para otorgarnos justicia”.
Esa fue la denuncia que hizo desde la tribuna del Congreso local la diputada infantil por el Distrito 15, Santa Cruz Xoxocotlán, Verónica Ramos García, quien pidió al gobernador Alejandro Murat Hinojosa y al fiscal general, Rubén Vasconcelos Méndez, dar las cifras de los huérfanos por feminicidio.
Según el Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (GESMujer), en lo que val gobierno de Murat Hinojosa se han documentado 315 casos de mujeres asesinadas. Tan sólo del 1 de enero al 10 de junio han sido ejecutadas 66, y 100 desde que se emitió la alerta de género, el 30 de agosto de 2018.
“Hoy mi voz es la de una víctima del gobierno estatal que encabeza Alejandro Murat Hinojosa, la voz de una víctima de la Fiscalía General del estado a cargo del señor Rubén Vasconcelos Méndez, y de las oficinas de gobierno que tienen como única tarea dar justicia por los crímenes en Oaxaca”, soltó Verónica, de nueve años de edad, quien quedó huérfana cuando tenía cuatro años de edad.
En alusión a la conmemoración de Todos los Santos y los Fieles Difuntos que se realiza en esas tierras cada noviembre, lanzó: “Oaxaca dejó de oler a muerte sólo en noviembre y hoy lo hace todos los días del año”.
Hizo hincapié en que “a las mujeres asesinadas aquí se les llora bajo la obscuridad que da la impunidad; se les llora a las afueras de las oficinas gubernamentales cuando preguntamos por los avances de la investigación y se nos responde con un: ‘no he leído el expediente’, ‘ven en unos días’, ‘estamos en espera’, o el ‘no encontramos el expediente’”.
La niña resaltó que en el tiempo que lleva el gobierno de Murat Hinojosa, más de 300 mujeres han sido asesinadas en Oaxaca, y en la administración pasada el número rebasó los 400 asesinatos cobardes contra hijas, hermanas, esposas, amigas y madres.
Luego lanzó tres preguntas para el gobernador, para el fiscal y para la titular de la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña, Ana Vásquez Colmenares:
“¿Dónde están las niñas y niños huérfanos de feminicidio en Oaxaca? ¿Cuáles son las cifras que tienen? ¿Cómo acompaña el estado a cada una o uno de ellos?”.
Añadió: “Hoy una de esas niñas está parada frente a ustedes, para señalar en sus rostros la verdad que pocos se atreven a aceptar. A los niños y niñas huérfanas de feminicidio en Oaxaca, el Estado nos falla más de una vez; lo hizo cuando no supo garantizar la seguridad de mamá y lo vuelve a hacer con su incompetencia para garantizarles justicia”.
Sobre el homicidio de su madre, en 2014, hizo saber a las autoridades que “en este crimen dispararon dos hombres, pero nos agredieron muchos más. Son criminales los que mataron a mamá y los que, hasta hoy, cinco años después, esconden la cara para otorgarnos justicia. Esperamos respuestas del fiscal general del estado y que el silencio cobarde termine de una vez”.
Verónica remató: “Las niñas y los niños huérfanos del feminicidio no debemos ser invisibles para el gobierno, porque seguiremos gritando justicia y pidiendo un poco de vergüenza al gobierno. Si ustedes se cansan de fallarnos, nosotras no pararemos de gritar ¡justicia, justicia, justicia!”.
Por separado, la presidenta de GESMujer, Angélica Ayala Ortiz, sostuvo que se elevó a 100 la cifra de mujeres asesinadas desde que se emitió la Alerta de Género en Oaxaca, el 30 de agosto de 2018, lo que significa que la violencia feminicida sigue creciendo por la “falta de contundencia en las actuaciones de las instancias del estado”, apuntó.
Ayala Ortiz reiteró que el próximo 30 de agosto se cumplirá un año de la declaratoria y “lamentablemente los resultados hasta ahora evidencian la falta de capacidad para atender la emergencia”.
Añadió: “Las estadísticas son útiles para dimensionar la problemática de la violencia, pero son vidas de mujeres y niñas irrecuperables, su pérdida nos impacta a todas y todos”.
Destacó que los casos más recientes fueron el de una niña asesinada durante una emboscada en la región mixteca; el de dos mujeres que fueron desmembradas y sus restos abandonados en bolsas de plástico, junto con otros cinco cadáveres de hombres en la región del Papaloapan, y el de una mujer ultimada a barretazos en Zaachila, en Valles Centrales.