Una misión en la vida me he puesto, ser líder a tu favor, promoviendo entre hombres y mujeres que no hay mayor ni menor.
Soy una entre muchas tantas que compartimos visión, ellas han de ser mi ejemplo en mi árida labor.
En este largo camino he de ver víctimas y victimarios, discriminación que tal vez me depriman o me llenen de valor para seguir promulgando que no hay mayor ni menor.
Caminar contigo o hacia ti implica un compromiso, aunque es paso a pasito ya que a la par irá primero mi autocuidado.
Impulsaré acciones para ti, sé que no será nada fácil, ya que me causarán dolor, tristeza, enojo, impotencia, historias donde otros sentimientos hagan fiestas en tu ausencia.
Dame el valor necesario, que no quiero tener grandes males, ni conflictos emocionales, ni alguna otra cosa que implica mis actividades.
Dame el valor de antiguas compañeras, líderes comunitarias, promotoras y defensoras que a pesar de los inconvenientes, no dejan de ser valientes.
Hagamos un trato equidad, que cada nueva experiencia, me hagan crecer día a día y no perder la paciencia, que me hagan disminuir mis esfuerzos o disminuir mi talento, cayendo en el agotamiento.
Hagamos un trato equidad, ven conmigo a todos lados, vayámonos al doctor, vayámonos a la fiesta, que toda la gente nos vea y que nuestra misión no desfallezca.
Gritemos, lloremos, riamos, superemos el peligro, relajémonos, seamos siempre una misma voz, que en todas partes sepan que todos y todas somos iguales.
Mantengamos una actitud positiva, las mentes nunca se cambian pero sí se pueden sembrar poco a poco ideas nuevas. Llenas de mucha esperanza.
Vayámonos equidad a practicar actividades físicas, deportivas, culturales y creativas, démonos un buen tiempo, admiremos el paisaje, donde podamos idear tal vez no un mundo excelente pero poco a poco diferente.
Curémonos también el alma, de todo aquello que nos impida seguir pregonando tu esencia, tranquilas de mente, cuerpo y también de la conciencia, hagámonos una buena limpia, liberémonos de malas críticas, de toda forma de violencia, regalemos apoyo y nueva visión.
Ayudemos a curar a otros y otras de cuerpo, alma y corazón.
Hagamos un trato equidad, imprégnate en mis saberes, que yo me encargaré de que mi vista, oído, olfato, gusto y tacto estén siempre alertas y siempre muy bien cuidados para pregonarte, la equidad siempre por todos lados.
Texto elaborado por Clara Ivon Amaya Zárate de la comunidad San Pedro el Alto, Zimatlán. Participante en el Diplomado en Liderazgo y Gestión Comunitaria 2013 del Centro de Capacitación en Liderazgo “Rosario Castellanos” del GESMujer.