Citlalli Luciana, Jueves 29 de Abril de 2021, Noticias Voz e Imagen de Oaxaca.- Cuando escuchamos hablar de abuso sexual infantil muchas veces nos remitimos únicamente a tocamiento en genitales o violación de un niño, niñas o adolescentes; sin embargo, este delito tiene muchas caras y en todos los casos las secuelas son a largo plazo.
Mayra Rojas Rosas, coordinadora de Infancia Común, organización de la sociedad civil que desde el 2006 trabaja en la prevención de las violencias sexuales hacia las infancias, explicó que de entrada el abuso sexual infantil es un delito que se paga con cárcel.
La normalización de algunas conductas muchas veces hace que este delito pase desapercibido, por ejemplo -explicó- hablamos de abuso sexual cuando espiamos a una niña, niño o adolescente cuando se cambia de ropa o toma un baño, también cuando hay referencias verbales, insinuaciones o comentarios de índole sexual explícita ya sea en persona, por teléfono, por Internet o por mensajes de texto, ya que esto de una manera u otra llevan a un riesgo de abuso.
Entendido como la acción de una persona con fines de tener gratificación de índole sexual, el abuso también se expresa en tocamiento, acercamientos indebidos, puede haber o no un contacto directo con las personas y a través de la estimulación que tiene que ver con mostrar películas o material pornográfico, contacto directamente en los genitales o incitación del abusador a que le toquen sus genitales o toquen ellas y ellos sus propios genitales, abundó previo a la charla “Prevención del Abuso Sexual Infantil” dentro del ciclo de conferencias del Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos, enmarcadas en abril, mes en que se celebra el Día de la Niñez.
Problema de salud pública
El abuso sexual es un problema de salud pública. El año pasado la OCDE ubicó a México dentro del primer lugar por este tipo de violencia contra la infancia, situación que deriva de la normalización a estas conductas que lesionan la vida de las infancias y adolescencias.
Pese a que el índice de incidencia es alto, sólo el 2 por ciento se denuncia, por un lado por la naturalización de la violencia, pero también por la vergüenza y estigma, sobre todo cuando la víctima es un niño o un adolescente del sexo masculino, por considerar que la agresión puede incidir en su forma de percibirse como varón.
Para evitar este delito -agregó- es fundamental el conocimiento de la problemática, fomentar una buena vinculación afectiva y comunicación asertiva. Si el daño está hecho se requiere del apoyo terapéutico en donde no se estigmatice al niño o niña y tampoco se les culpabilice o responsabilice de las agresiones.
Destacó la necesidad de más leyes que protejan a las infancias y adolescencias y la denuncia de las familias, además de fomentar la cultura de enseñar a las y los niños que tienen derechos y difundirlos desde todos los espacios posibles.
Fuente: https://www.nvinoticias.com/nota/183414/las-secuelas-en-abuso-sexual-infantil-son-largo-plazo-mayra-rojas
