Citlalli Luciana, Miércoles 14 de Febrero de 2017.
Aunque en 2013 el matrimonio infantil quedó prohibido en Oaxaca, las uniones de hecho de mujeres menores de edad continúan como una práctica común; la entidad sólo es superada por Chiapas y Coahuila en este indicador negativo.
Si bien las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indican que el número de uniones de personas menores de edad no rebasa los 56 casos en conjunto durante 2014 y 2015; cifras de los Servicios de Salud de Oaxaca revelan otra realidad; de 2015 a junio de 2017, se registraron 2 mil 66 embarazos de niñas y adolescentes menores de 15 años de edad, lo que habla de la magnitud de posibles uniones de hecho.
“En el caso de Oaxaca siempre se ha dado una altísima cifra de niñas en matrimonios de hecho. Hay como toda una teoría de que en Oaxaca venden a las niñas o que las obligan a casarse desde jovencitas. Esta práctica en muchas familias es como la forma tradicional de resolver de alguna manera sus asuntos económicos”, señaló Ximena Avellaneda, presidenta del Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer).
Pobreza, sedimento
En las familias de escasos recursos -explicó- colocar a las niñas o adolescentes en la del joven o persona mayor para que se haga cargo de los gastos de manutención de las niñas, sea porque hubo un embarazo o por disminuir el número de habitantes en casa, es una manera de resolver de cierta manera sus asuntos económicos.
En 2013, por unanimidad, la 61 Legislatura local aprobó modificaciones al Código Civil que prohibió el “matrimonio infantil”, pues su práctica encubriría “gravísimos casos de abuso, o de trata o venta de menores de edad”.
Sin embargo, datos del Inegi revelan que ésta práctica prevaleció al menos durante los siguientes dos años, en total 56 menores de edad contrajeron matrimonio.
La cifra podría ser aún mayor si se considera a quienes viven en unión libre o en uniones de hecho que trajeron como consecuencia 2 mil 66 embarazos adolescentes durante los dos años y medio posteriores a la modificación al Código Civil.
Aquellas cifras corresponden a las atenciones que en esos lapsos brindaron los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), cuyas unidades médicas y red hospitalaria tienen una cobertura del 59 por ciento.
Violencia, abusos, discriminación
Las uniones infantiles, agrega Ximena Avellaneda, obliga a las personas involucradas a quedarse atrapadas en un círculo de violencia, ya que se tiene comprobado que el matrimonio infantil provoca daños en la salud física, psicológica y emocional.
Las uniones de facto – dijo- preocupan más que aquellas que eran oficializadas en el registro civil o mediante la iglesia porque en la mayoría de los casos obliga a que las niñas dejen la escuela o su ambiente familiar para ser enviada a otra familia, en donde, con mucha frecuencia sufren maltrato, violencia y comienza a procrear de manera muy temprana con múltiples embarazos.
De acuerdo con la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), en el caso de la educación, 73 por ciento de las niñas deja sus estudios para dedicarse a labores del hogar y cuidado de los hijos e hijas, o son alentadas a hacerlo.
En la salud, hay una mayor probabilidad de tener embarazos prematuros y contraer enfermedades de transmisión sexual; finalmente en el caso de la protección, aumenta el riesgo de sufrir abusos, explotación, violencia y discriminación.
Las mujeres que se casaron antes de los 18 años sufren más violencia física (49%), mayor violencia sexual (68%) y más violencia económica (16%), en comparación con aquellas que se unieron después de la mayoría de edad.
La eliminación del matrimonio infantil en el Código Civil de Oaxaca, no frenó esta práctica y dejó en manos de las autoridades municipales y de la comunidad el reconocimiento de éstas.
Flexibilidad jurídica
En seis de los 32 estados del país aún mantienen vigente en sus códigos civiles la legalización de los matrimonios de personas menores de edad. En Oaxaca en 2013 se hicieron modificaciones al Código Civil estatal que en su artículo 147 establecía que “para contraer matrimonio el hombre necesita haber cumplido 16 años y la mujer 14”.
La situación era peor aún pues “los jueces mixtos de primera instancia en los distritos y los jueces de lo civil en la capital podían conceder dispensas de edad por causas graves y justificadas”.
Es decir, si un juez dispensaba la edad, era legalmente posible casar a una niña de 12 o 10 años, o menos.
Niñas novias o esposas, en riesgo de explotación
En un estudio realizado en el 2017 por la Fundación Thomson Reuters, revela que muchas de las jóvenes explotadas sexualmente en la frontera con Estados Unidos, fueron captadas a través de uniones infantiles.
Los investigadores entrevistaron a 603 mujeres originarias de distintos estados de la república que eran explotadas en la industria sexual en las ciudades de Tijuana y Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos.
Bajo la pantalla de niñas novia, las víctimas habían sido llevadas a la frontera norte de México y fueron forzadas a vivir en situación de explotación por sus propias parejas con quienes se unieron siendo niñas, la mayoría antes de los 16 años.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México, en el país 388 mil 831 niños y niñas entre los 12 y los 17 años están casados o viven en unión libre.
Esa cifra representa 3 por ciento de la población infantil y, de este grupo, unos 31 mil 558 niños y niñas tienen entre 12 y 14 años.
Según datos de Unicef, que las muertes maternas relacionadas con el embarazo y el parto son un componente importante de la mortalidad de las niñas de 15 a 19 años en todo el mundo, lo que implica 70 mil decesos cada año.